viernes, 25 de mayo de 2012

Aire revolución

Novatos, pero con todo el entusiasmo de la mañana, apretamos la bandera bien fuerte para que no se nos escapara de las manos. Caminamos orgullosos y en silencio, paso a pasito junto con la señorita y los compañeros.

Es que no era para menos; esta fecha había que festejarla como Dios manda.  Y entonces con galera y escarapela celeste y blanco; hacíamos juego con las nubecitas que despejaron el día, ventoso, pero con una luminosidad digna de revolución de época.

Y el sentido patrio nos siguió a casa todo el día, porque la experiencia de salir a la calle con los nuevos amigos, los accesorios y el ánimo general; parece que nos gustó mucho, mucho.


-¿Y mañana volvemos al desfile mamá?-

(Si supieras corazón que esto de ser mamá me ha vuelto hasta convencional). 

Y he de confesar que lejos de lo que alguna vez imaginé, estos momentos se me vuelven bellos compartirlos con Guillo.

2 comentarios:

  1. Ay, ser madre te cambia tantísimo. Mucho más de lo que jamás puedes llegar a imaginar antes. Te pone es verdad un punto convencional, pues ves cómo disfruta y te merece la pena. Si yo te contara...

    Felicidades por un bonito día en compañía de tu pequeño!!!

    Besos!
    Ana.

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    1. Cierto, cierto.Yo constantemente me sorprendo haciendo cosas que antes tal vez hasta dije que no...pero los hijos te cambian y te cambian para bien pienso yo. Una vez, no sé donde escuché a un padre decir que con la experiencia de su hijo hasta perdió la verguenza y si tiene que hacer de payaso en medio de la calle lo hace por él.
      Ana gracias por pasar por aquí!Un abrazo.

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